Enrique me contó su vida en dos minutos al terminar la corrida una tarde de toros en las Ventas.
- ¿Qué tal la corrida?
- Mala
Me dijo que llevaba más de cuarenta años sacando toreros a hombros por todas las plazas de España. De plaza en plaza. Ese es su oficio. Así se gana el pan. Llevando toreros a los hombros. Compartiendo una
mijita de su gloria. Esa tarde comía unas naranjas con pan en un banco frente a la plaza. Sólo. Me enseñó con orgullo fotos de
su antiguo compañero de trabajo (no recuerdo su nombre) y un par de estampillas de vírgenes.
!Que grande es el mundo del toreo!
O quizás no.
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