Un hijo

Hay días en los que el trabajo se hace dificil, casi insoportable. Ayer fue uno de esos. Y sigue habiendo cosas que sigo sin comprender. ¿Cómo en este país se pueden permitir manifestaciones de claro corte racista y xenófobo? El ministro del Interior Rubalcaba dice que la ley es la ley, y que todo el mundo tiene derecho a expresarse. Ok, no seré yo quien contradiga la ley, ni el derecho de expresión que no hace mucho en este país estaba prohibido. ¿Por qué un proetarra (que no los defiendo, todo lo contrario) casi no puede manifestarse legalmente y un pro nazi, pro racista si que puede? Claro, es que son un partido legalizado. ¿legal? Sacan banderas anticonstitucionales, esvasticas, carteles racistas, etc y se pasean por la calle como si nada. España para los españoles, o lo que es lo mismo España para ellos, que son los más españoles porque llevan más banderas y pulseras y gorras y chapas con la bandera de España. Los demás escoria. Lo del asesinato del menor en el metro, siento decirlo, pero no me extraña. Tenía que pasar tarde o temprano con tanto descerebrado que hay por ahí. Yo no puedo entender por que un tio puede atravesar de un navajazo el corazón de otra persona que no conoce de nada tan sólo por que tenía pinta de izquierdas (quizás unas chapas, una camiseta). Ideologías que se llevan a la práctica. Unos ladran y otros ejecutan. Me comentaba el otro día un amigo venezolano, respecto a los disparos en la universidad de Caracas,
que Chavez no necesita dedirle a nadie que pegue unos tiros a unos estudiantes contarios a él cuando vuelven de manifestarse. No le hace falta. Chavez habla, señala y listo. En España algunos políticos de discurso fácil tendrían que vivir en barrios donde hay inmigrantes, primero para ver en las condiciones que muchos viene y viven y segundo para ver la riqueza que traen y el desarrollo que aportan al país. Y que luego digan que la inmigración es un descontrol, que nos están invadiendo y otras barbaridades que escuchas por ahí.
Aunque tampoco sean santos de mi devoción los radicales de izquierda tengo mis preferencias. Prefiero a los que defienden la pluralidad al nacionalismo, la integración a la exclusión y a los que (como Carlos) llevan pitos para hacer ruido y no machetes para matar. Durante los momentos en los que la prensa hizimos nuestro trabajo para cubrir la entrada de los restos del menor en el crematorio de la M-30 habría como unos 300 redskins y familiares y amigos. Algunos nos insultaron, pero pudimos trabajar, con la cabeza agachada y sin ni siquiera mirarlos, pero trabajamos. Nada más entrar el ataud en el crematario, los de la prensa, literalemente, nos quitamos de en medio, sin más problemas. De hecho recuerdo que mientras un tio bastante grande nos insultaba otro lo mando callar (imagino que por respeto a Carlos). Yo no creo que hubiera ni siquiera podido acercarme a 20 metros de allí si en vez de estos tipos hubieran sido rapados neo nazis.
Por quien más lo siento es por la familia de Carlos. Ni ideologias ni nada. Un hijo.







Mientras me tomo el café de la mañana acabo de leer el comentario de mi compañero Edu sobre la agresión que un fotógrafo recibio hace un par de días mientras cubría la manifa de repulsa por el asesinato de Carlos en la plaza de Sol. Fueron algunos energúmenos de izquierda radical. Su reflexión (aunque no la comparto al 100%) me parece muuuuy interesante, así como algunos de los comentarios que le hacen a él. La recomiendo: http://www.eduesfoto.blogspot.com/ el comentario se titula "enemigo público". Un saludo Edu.