La hora mágica

Tras el cristal

Sombras de fútbol sala femenino

Regreso al futuro

Un ordenador aparcado en una calle de Istanbul.

Amanece

Amanece en avenida del Mediterráneo tras un maravilloso fin de semana.

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Istanbul

Estambul es una ciudad de doce millones de personas en la que cabe de todo. El sábado por la noche fuimos a un espectáculo de flamenco en un bar. Dos "bailaoras" turcas y otra francesa se arrancaron y no lo hicieron nada mal. Fue divertido. La otra foto es un entrenamiento al que me invitaron a ir del primer equipo de rugby de Estambul (me dijeron que puede que también de Turquía). Las fotos no son gran cosa, pero me gustan por que huyen un poco de la típica foto turística de Estambul.

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Yo no fumo cigarros (algún que otro peta de vez en cuando), pero siempre que puedo fumo en pipa de agua o narguilé. Es muy suave, tiene buen sabor y te deja con una tontería muy agradable en la cabeza. Con una cervecita o con té está de lujo.

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En una de las puertas del Gran Bazar hay una especie de mini Wall Street donde se compra y vende oro y plata. Los móviles, algunos del año de la polka, no paraban de sonar. Gritos, empujones (pero de buen rollo), miradas de complicidad entre los "brokers", te invito a un té y hablamos en la esquina, etc. Al principio me miraban en plan "quien coño eres tu y que haces con la cámara"; cuando varios me preguntaron y vieron que no entendía nada de nada me dejaron meterme más adentro y hacer fotos tranquilo. Hasta uno me invito a un té, imagino para que lo dejara tranquilo con su trabajo.

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La Mezquita Azul. Por cierto, como edificio es una pasada, muy bonita. No así Santa Sofía, que me decepcionó. Oscura, sucia y llena llena llena de turistas.

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Hay rostros que hablan por si mismos. Le estuve haciendo fotos a esta mujer durante unos cinco minutos. A pocos metros de ella. Estaba con su hija y una amiga, protestando contra la guerra de Irak. Si, otra foto de la mani contra la guerra de Irak. En una de las fotos que puse en días anteriores, en la que salía un señor turco con una bandera del Che por atrás, dije que esa era una de las fotos con la que me quedaba de ese día. Esta es la otra. Estos dos retratos son las fotos de ese día. Me dijeron que por los rasgos esta mujer podría ser kurda. Fallo mío el no preguntar. La hija no creo que tuviera más de 13 años y estaba gritando como la que más. Lo que no me cuadra mucho es calcular la edad de esta mujer. Parecía un poco mayor para una hija tan joven....Quiero recomendar un documental que vi ayer producido por Elias Querejeta. Se llama "Goodbye, América". ¿Os acordías del abuelo de la Familia Monster? Pues el documental va sobre él. De hecho es casi un monólogo-reflexión-recuerdos que Al Lewis (así se llamaba el actor) hace sobre la guerra Segunda Guerra Mundial, la guerra de Vietnam y la segunda guerra de Irak. "La falta de memoria hace que los errores en la Historia se repitan". No sabía que el abuelo de los Monsters fue un tio tan grande....Muy interesante.

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Rodeando el Gran Bazar (el mercado cubierto más grande del mundo con cerca de 4.000 tiendas) puedes encontrar una serie de patios sin comercios en donde se encuentran los talleres, teterías, algún restaurante y varios clubes de jubilados. Me encontré con varios de estos. La mañana se la pasaban jugando a las cartas y al bagamon y tomando té. Los de esta mesa me dejaron que les hiciera algunas fotos sin problema; entre tanto, me invitaron a un té.

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El sultán Ahmet fue el fundador de la Mezquita Azul a principios del siglo XVII. Causó gran controversia por que la construyó con seis minaretes, que eran los mismos que tenía la mezquita de La Meca, y podía resultar un agravio. Lo resolvió financiando un séptimo minarete para la mezquita de La Meca.

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Manifestación contra la guerra de Irak en el barrio de Kadikoy. Un amigo me comentó que en los años 80 las manifestaciones en el barrio de Kadikoy eran muy violentas. Siempre había muchos heridos y detenidos. Cuando hice fotos en esta manifestación, me sorprendió ver una gran cantidad de policías y antidisturbios, ya colocados en fila, tipo legión romana, y con los cascos puestos. La plaza en donde terminaba esta manifestación estaba totalmente cerrada con una valla de unos dos metros de altura. Por afuera de la valla, cada tres metros había un policía; y para poder entrar en la plaza habían colocado unas puertas en la que todos-y-cada-uno de los manifestantes que querían entrar a la plaza eran cacheados por varias filas de policías.... En esos cacheos es cuando saltó esta pequeña chispa que saco en las fotos. Algún poli se debió de pasar en el cacheo y los manifestantes tardaron muy poco en responder con los palos de las banderas, pero menos tardaron los policías en sacar palos y sprais de defensa (¡ataque!). La cosa no pasó de ahí y la mani acabó bien.