¡El cielo se nos cae encima, por Tutatis!

Para algunos fue una bonita nevada (mi primera buena nevada), para otros fue un horror (para los que estuvieron en los atascos de horas y horas), para otros una alegría (los niños sin clase en los parques tirándose bolas unos a otros) y para otros un poco de retraso en llegar a la oficina. Pero para los políticos (algunos en concreto) la nevada de ayer es como todo en este mundo: algo con lo que culpar al partido de enfrente. ¡Y a mi no me mire que las carreteras son competencia de Fomento! ¿Mías?, ¡pero si la culpa es del hombre del tiempo! Mira que avisé con tiempo, lo que pasa es que el tiempo as así.... :)

Y al final, el currante es que se moja hasta las rodillas de andar entre la nieve. Para variar. Asco de políticos.